Debido a que cada mujer tiene diferentes problemas y objetivos para la terapia, la terapia será diferente según la mujer. En general, se trata de conversar acerca de los eventos actuales que suceden en su vida, su historial personal relevante para su problema e informar el progreso (o cualquier nueva información obtenida) de la sesión de terapia anterior. Dependiendo de sus necesidades específicas, la terapia puede ser a corto plazo, para un problema específico, o a más largo plazo, para lidiar con patrones más difíciles o su deseo de un desarrollo más personal. 

De cualquier manera, lo más común es programar sesiones regulares(generalmente semanalmente o quincenalmente). Es importante comprender que obtendrá más resultados de la terapia si participa activamente en el proceso. El propósito final de la terapia es ayudarla a llevar a su vida cotidiana lo que aprende en sesión. Por lo tanto, más allá del trabajo que realiza en las sesiones de terapia, puedo sugerir algunas cosas que puede hacer fuera de la terapia para apoyar su proceso, como leer un libro pertinente, escribir un diario sobre temas específicos, anotar comportamientos particulares o tomar medidas para alcanzar sus objetivos. Básicamente, cuanto más das al proceso, más ganas.

La confidencialidad es uno de los componentes más importantes entre un cliente y un terapeuta. El éxito de la terapia requiere un alto grado de confianza con un tema muy sensible que generalmente no se discute en ningún otro lugar que no sea el consultorio del terapeuta. Cada terapeuta debe proporcionar una copia por escrito de su acuerdo de divulgación confidencial, y puede esperar que lo que discuta en la sesión no se comparta con nadie. 

Esto se denomina «Consentimiento informado». A veces, sin embargo, es posible que desee que su terapeuta comparta información o le brinde una actualización a alguien de su equipo de atención médica (por ejemplo, un psiquiatra), pero por ley su terapeuta no puede divulgar esta información sin obtener su permiso por escrito. 

Sin embargo, la ley estatal y la ética profesional requieren que los terapeutas mantengan la confidencialidad, excepto en las siguientes situaciones: Sospecha de abuso infantil o abuso de adultos o ancianos dependientes, por lo cual la ley me exige que informe de esto a las autoridades correspondientes de inmediato. 

Si un cliente amenaza con causar daños corporales graves a otra persona, debo notificar a la policía e informar a la víctima prevista. 

Si un cliente tiene la intención de hacerse daño a sí mismo, haré todo lo posible para conseguir su cooperación para garantizar su seguridad. 

Si no cooperan, tomaré más medidas sin su permiso que me proporciona la ley para garantizar su seguridad.

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